Santuario del Tiburón Ballena y rodeado de un espectacular ecosistema, este paraíso ofrece un descanso alejado del bullicio de la ciudad y del turismo en masa.
Por Claudia Vázquez
La belleza de sus playas, sus calles de arena blanca y su turismo ecológico, hacen de la Isla de Holbox (“hoyo negro” en Maya) el destino ideal para aquellos que gustan de estar en contacto con la naturaleza y buscan la tranquilidad de uno de los más bellos paraísos del Caribe Mexicano, con 42 kilómetros de largo y 2 de ancho, dentro de la Reserva Natural Yum Balam, en el municipio Lázaro Cárdenas, Quintana Roo.
Como anfitrión de una diversidad espectacular de ecosistemas, la vida marina de la isla es tan abundante como diversa, desde tiburones ballenas y manta rayas a delfines, langostas, pulpos, rayas águilas y tortugas marinas. Asimismo, está separada de tierra firme por la Laguna Yalahau, preferida por más de 150 tipos de aves, reptiles y peces.
Se puede llegar por vía terrestre (dos horas y media desde Cancún) o en avioneta (20 minutos). Holbox se mantiene como un destino turístico virgen, pues en gran parte se ha logrado mantenerla ajena al turismo de masas. Es un pueblo de pescadores con aproximadamente 2 mil habitantes, con casas coloridas de techos de palapa al buen estilo caribeño; casi ninguna calle está pavimentada y la gente se mueve por la isla a pie, en bicicleta o en carrito de golf.
Tiene una oferta muy amplia para hospedarse, desde sitios de camping y hostales hasta bungalows y hoteles boutique. Y aunque fácilmente se pueden encontrar especialidades mexicanas e internacionales, Isla Holbox resalta por sus platillos de pescado y mariscos, aunque el más famoso es la pizza de langosta.
Sus aguas poco profundas y verde turquesa permiten que personas de todas las edades puedan nadar a gusto; y es el lugar ideal para aprender o practicar el kitesurf. De junio a septiembre, Holbox recibe a la congregación más grande del tiburón Ballena, el pez más grande del mar que pueden llegar a medir hasta 15 metros y llega cada año para alimentarse del plancton. Debido a su naturaleza pacífica, es posible nadar al lado de estos gigantes dóciles y observarlos en su hábitat natural: una experiencia inolvidable.
Otra atracción que tiene la Isla es la gran cantidad de aves que residen o la visitan cada año. En particular, los turistas pueden hacer la excursión de Tres Islas para ir a conocer a Isla Pájaros, donde pueden avistar flamingos, pelícanos blancos y pardos, cormoranes de dos crestas, garzas rojizas y blancas reales, plateínos (espátulas rosadas) y garzas pico de bota, entre otros.
También, existen muchas otras alternativas para disfrutar, como paseos ecológicos en caballo, kayak por los manglares, kitesurf, o nadar en el ojo de agua Yalahau, conocido una fuente de juventud. Además, la Reserva Natural Yum Balam no solamente incluye a Isla Holbox, sino también diversos ecosistemas del continente, como es el bosque de corchales más grande de México, en el pueblo de Solferino.
Desde la Isla Holbox también es posible realizar viajes y/o excursiones a las ruinas de Ek Balam, Chichén Itzá, Tulum, Uxmal, los cenotes o parques acuáticos de Valladolid y la Riviera Maya; así también, visitas a la ciudad de Mérida o Cancún, además de muchos destinos más de la Riviera Maya y la Península de Yucatán.
Ya sea para disfrutar en vacaciones, en fin de semana o simplemente disfrutar de una tarde diferente con los pequeños, Cancún ofrece diferentes lugares...