La búsqueda de un mundo más justo y equitativo va más allá del género. Aceptar las diferencias étnicas, lingüísticas, culturales y económicas a nuestro alrededor es el verdadero respeto a los derechos de todos los seres.
Por Wendy Santaolaya
Desde hace algunas décadas la incorporación de las mujeres en todas las esferas de desarrollo humano es uno de los fenómenos presentes en México y en el resto del mundo. Por supuesto en temas de conservación y medio ambiente tenemos maravillosos ejemplos de vida.
Pasión, entrega, fe, solidaridad y sensibilidad, son algunas de las cualidades comunes cuando de describir una mujer se trata. Lo mismo sucede cuando hablamos de conservación, sustentabilidad y la búsqueda por sociedades más justas y equilibradas; estas cualidades son necesarias y se requieren para ambos géneros.
Una de las mujeres más emblemáticas para quienes amamos la conservación de los ecosistemas, pero sobre todo de los océanos, es sin lugar a dudas, la bióloga marina Sylvia Alice Earle, nacida el 30 de agosto de 1935 en New Jersey, mejor conocida como “La Señora de las Profundidades”.
Es considerada una de las personas que más metros ha descendido en una inmersión acuática, concretamente en el año de 1979, descendiendo 400 metros, con un traje diseñado por ella misma. En el año 1970 condujo al primer equipo de mujeres buzos durante el Proyecto Tektite.
La exjefa de la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica del gobierno de Estados Unidos, NOAA por sus siglas en inglés, ha sido testigo de los cambios que este maravilloso ecosistema ha sufrido a lo largo de los años, la gran mayoría de ellos por la mano del hombre. Ha dirigido más de 100 expediciones y registrado más de 7.000 horas de buceo.
Su investigación se ha centrado en los ecosistemas marinos, con especial referencia en la exploración, la conservación, el desarrollo y uso de nuevas tecnologías. Su enfoque se encuentra en el desarrollo de una red global de áreas en el océano, «Hope Spots,» para salvaguardar los sistemas vivos que sirven de base a los procesos globales, desde el mantenimiento de la biodiversidad y dando servicios de soporte vital básico para proporcionar estabilidad y flexibilidad en respuesta a la aceleración del cambio climático.
Ha recibido más de 100 distinciones alrededor del mundo, actualmente es la presidenta y fundadora de “Mission Blue”, iniciativa de la Alianza Silvia Earle, para la conservación de los océanos.
En el año 2014 Netflix dio a conocer el documental “Mission Blue”, el cual ofrece una nueva visión audaz de la famosa oceanógrafa. El filme podía ser con un enfoque negativo y abordar la problemática de los océanos desde las claras imágenes de devastación, encontradas por Silvia. Sin embargo el documental -dirigido por Fisher Stevens (The Cove) y Bob Nixon (Gorilas en la niebla)- optó por abordar la problemática con datos científicos, mostrando pequeños “puntos de esperanza”, que sirvan para proteger legalmente a los océanos; a través de la creación de una red global de áreas marinas protegidas para salvaguardar el 20% de los océanos para el 2020.
La lucha que las mujeres hemos enfrentado por tantos años, va más allá del respeto de nuestros derechos, de la equidad e igualdad. Está relacionada también con nuestro papel en la humanidad, mostrando a las generaciones futuras que es preciso no solo levantar la voz, sino también comprometerse con acciones desde el sitio en el que nos encontremos.