A una hora de Mérida, Yucatán, encuentras la localidad de Izamal, Pueblo Mágico cuyo nombre proviene del maya Itzmal y significa rocío del cielo. Es conocida como la “ciudad de las tres culturas”, pues en ella puedes encontrar la conjunción de las tres etapas más importantes de la historia de México: La prehispánica, colonial y el México moderno.
Este lugar es una excelente opción para salir de lo usual ya que, por ser un pueblo con poco más de 20 mil habitantes, conserva su forma tradicional y clásica; además, su misticismo se debe a un sinfín de atracciones.
Si tienes la oportunidad de visitar Izamal, un sitio que no puedes dejar de recorrer es el Convento de San Antonio de Padua; su encanto radica en que tiene el atrio más grande que el de San Pedro en el Vaticano, y en que fue construido con los restos de otros templos edificados por los españoles.
Tras recorrer este centro religioso, es imprescindible visitar la zona arqueológica, en la que destaca el templo de Kinich Kak Moo («guacamaya de fuego con rostro solar» en maya) o Gran Pirámide, estructura prehispánica más grande del país después de la del Sol en Teotihuacán y la de Cholula en Puebla.
Otro espacio de importancia para los pobladores de Izamal es el Centro Cultural y Artesanal, que alberga un museo de obras permanentes de los Grandes Maestros del Arte Popular de la República Mexicana. Además, te invita a conocer las principales haciendas henequeneras de la región, tiendas de artesanía, cafeterÍa y hasta un spa, para relajarse después de un recorrido turístico.
Incluso, en este Centro Cultural hay talleres artesanales donde además de poder observar cómo trabajan profesionales con diferentes materiales, como piedra, coco, espino de henequén, semillas, papel maché, madera, entre otros, los visitantes podrán llevarse un recuerdo –hecho a mano- de este lugar.
También, es de relevancia mencionar que la gastronomía de esta ciudad es excepcional, por lo que cuando el hambre toque el estómago, cientos de comensales recomienda acudir al restaurante Kinich, situado a sólo tres cuadras al norte de la plaza principal, que conserva la tradición de la cocina familiar. Al pasar al interior de este lugar se encontrará como en una casa típica yucateca, con las plantas, terrazas al aire libre con techos de palapa, el arte en las paredes, y herencias de la familia en la pantalla.
De hecho, puede pasar y visitar la cocina, la sala de la tortilla y la parrilla, donde dos mujeres de la étnia se encuentran elaborando tortillas a mano; además tiene una sala de juegos para los más pequeños del hogar. Su menú incluye longaniza de Valladolid, papadzules, relleno negro, sopa de lima, así como dulce de papaya, flan napolitano, mazapán, y helados de elaboración casera con sabores de frutas exóticas.
Tras degustar de algunos delicioso platillos, se recomienda recorrer a pie las calles empedradas e iluminadas por antiguos faroles que se encenderán al caer el atardecer; es importante destacar y disfrutar su antigua arquitectura coloreada de dorado o amarillo, en asimilación del Vaticano.
La sugerencia para visitar la ciudad de Izamal es prepararse para el calor, ya que es muy pesado en las ciudades de la Península de Yucatán, por lo que si se quiere disfrutar del paseo y no agonizar en el intento, deberán llevar gorra, ropa fresca, agua para refrescarse y, entonces sí, estará listo para gozar de la tradición de este hermoso pueblo.