Hermosos ojos de agua incrustados en la espesura de la selva, durante años, los cenotes de Riviera Maya han sido clave para el crecimiento de este destino turístico. Sin bien, en la época de los antiguos mayas fungían como medios sagrados para comunicarse y ofrendar a sus dioses; hoy en día, y gracias a la infinita curiosidad y valentía de experimentados buzos, esos misteriosos ríos subterráneos del Sureste Mexicano revelan una historia de la Era de Hielo.
El “Museo de la Prehistoria en el Parque Dos Ojos”, como se le denomina a este proyecto único en México, es el resultado de un esfuerzo conjunto entre el Instituto de la Prehistoria de América, Museo del Desierto, y el Ejido Jacinto Pat. En el lugar, podrás conocer representaciones y restos de animales y humanos con una antigüedad de hasta 60 mil años; entre ellos, la historia de la Mujer de Las Palmas, uno de los ancestros más remotos del Continente Americano (diez mil años).
Debido a que los restos fueron encontrados prácticamente completos, lograron practicarle los más avanzados estudios de antropología forense, los cuales, arrojaron que “su estructura corporal, piel y ojos es semejante al de las poblaciones del sureste asiático, lo que refuerza la hipótesis de que al Continente Americano no sólo llegaron movimientos migratorios del norte de Asia, sino también del centro y sur”, señala el estudio del Instituto Nacional de Antropología e Historia.
Otro de los habitantes de esos tiempos fue el Joven de Chan Hol, otro de los esqueletos encontrados en este laberinto de aguas cristalinas, y de quien se cree que su cuerpo fue colocado en una ceremonia funeraria cuando el nivel del mar estaba 150 metros más abajo, casi al final del Pleistoceno.
En cuanto a las especies que habitaron este territorio, los resultados de las más recientes investigaciones arrojan datos de una megafauna como: mastodontes, caballos, armadillos y un oso perezoso gigantes; este último, hallado a 50 metros de profundidad, y se trata de una especie de oso extinta en América hace más de 11 mil años.
Como podrás imaginar, esos profundos y enigmáticos cuerpos de agua albergan más que numerosas y bellas especies de peces, algas, crustáceos; son un imprescindible ecosistema para la cadena alimenticia y un eslabón más para reconstruir nuestro pasado.
Los visitantes al Museo de la Prehistoria podrán disfrutar de visitas guiadas, a partir de las 9:00, las cuales, serán llevadas a cabo por los mismos participantes de este gran proyecto de investigación.