En la espera de abordar un vuelo, suele suceder muchas cosas a tu alrededor: hay gente que te observa, que es educada o que simplemente le vale ser grosera.
Casi nadie se da cuenta de como se comporta en colectivo, de nuestras inseguridades reflejadas en nuestro tono de voz o nuestro aspecto físico.
Los aeropuertos se han convertido en grandes escaparates de comportamiento social y pienso que ahí, es donde se deben de hacer la prácticas de campo en las escuelas de comunicación.
En esos cúmulos de gente converge la real amalgama de diferencias y similitudes, solo basta con observar para darnos cuenta de lo transparentes que somos los humanos y lo deseosos que estamos de ser o no descubiertos.
La próxima vez que salgas de viaje, observa a los que te rodean y te sorprenderás de lo que encontrarás en ellos… en ti.
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