Riviera Maya, QR — Una reforma a la Ley Ecológica del estado ahora exige que todos los desarrollos inmobiliarios presenten una declaración de impacto ambiental. En octubre, el gobierno de Quintana Roo reformó la Ley de Equilibrio Ecológico para exigir que todas las transacciones inmobiliarias cuenten con una Declaración de Impacto Ambiental para frenar el desarrollo irregular.
La medida, que ha sido elogiada por los expertos por su potencial para regular el crecimiento urbano, plantea importantes desafíos para los promotores inmobiliarios, que tendrán que afrontar procesos más largos y complejos para actualizar las propiedades anteriores a la reforma.
“Poner este candado donde desarrollas (está bien), pero ahora para vender e informar en el Registro Público de la Propiedad y del Comercio, debes demostrar que hiciste los estudios.
“Eso es positivo porque obligará a los agentes inmobiliarios a no saltar cercos y seguir los trámites”, dijo Patricia Ocaña Luna, presidenta del Colegio de Biólogos de Quintana Roo.
“En un trimestre se presentan a la Secretaría del Medio Ambiente del Estado aproximadamente 30 estudios de evaluación de impacto ambiental, y si se miran los que se presentan al Registro Público de la Propiedad, hay una diferencia de 200 o 300 por ciento entre los que están inscritos y los que De hecho están solicitando sus autorizaciones”, explicó.
Quintana Roo es atractivo para inversiones inmobiliarias de todo tipo, lo que ha provocado el agotamiento de la tierra, el crecimiento descontrolado y la devastación de bosques y áreas protegidas.
La nueva medida decretada por el gobierno estatal tendrá un impacto en el mercado inmobiliario, según Gene Towle, director de la consultora Softec, ya que existen miles de edificaciones anteriores a esta reforma que no cuentan con estudios de impacto ambiental.
“Esto es correcto para los nuevos desarrollos, pero la pregunta es: ¿qué pasa con lo que ya existe? Si compras un hotel que fue construido antes de que existiera esta regulación, ya no puedes comprarlo, ya no puedes venderlo, ¿ya no es posible la transacción?” -cuestionó Towle-.
Cancún fue el segundo mercado inmobiliario más grande el año pasado, según Softec. En 2023 se vendieron alrededor de 58 mil millones de pesos en vivienda social, residencial, vacacional y plus.
“El desafío en Cancún-Riviera Maya tiene que ver con las regulaciones ambientales, la infraestructura urbana y la disponibilidad de servicios, agua y electricidad, que pueden empezar a crear complicaciones para el mercado”, dijo.