CANCUN, QR – La policía de Cancún ha atendido dos casos de secuestro y extorsión telefónica que provino de prisioneros en el estado de Tamaulipas. Dos familias fueron víctimas de los secuestros virtuales donde se hicieron amenazas y se exigieron dinero.
La policía dice que una mujer de Cancún estaba recibiendo mensajes de WhatsApp de un número desconocido que se hacía pasar por su hijo. De otro número, un mensaje exige 200,000 pesos. Le enviaron una foto de su hijo de pie con las manos detrás de la espalda y una pared de ladrillo en el fondo.
En el segundo caso, una mujer de Cancún dijo que recibió una videollamada de WhatsApp del número de su hijo. Durante la llamada, le pidió que no alertara a la policía y que siguiera las instrucciones. Más tarde, un individuo con capucha tomó el control de la llamada y afirmó haber secuestrado al joven, exigiendo un pago de 500,000 pesos para evitarlo.
“Bajo presión constante y amenazas, el demandante logró recaudar aproximadamente 101,000 pesos a través de retiros de sus cuentas bancarias y préstamos de familiares. Esta cantidad se depositó en varias cuentas proporcionadas por los extorsionistas”, dijo la policía.
La víctima fue manipulada psicológicamente para simular su secuestro y presionar a sus padres mientras fueron monitoreados por videollamadas. Finalmente fue liberado con amenazas y advertencias para no informar el crimen.
Gracias a la intervención del grupo siglo, en coordinación con la Oficina del Fiscal General del Estado de Quintana Roo, el número de teléfono de la víctima fue rastreado a través de la geolocalización y estaba ubicado vivo y en buenas condiciones.

En ambos casos, los números de extorsión y las llamadas se verificaron de que habían venido del interior de la prisión de Cereso en Altamira, Tamaulipas.
