Para cualquier visitante por primera vez para Cancún, la escena puede ser un shock. Te imaginas agua turquesa, arena blanca en polvo y una margarita en la mano. Obtienes todo eso, pero también obtienes soldados en el camuflaje del desierto completo, llevando rifles tácticos, pasando junto a los bañistas.
Es una vista que puede ser discordante, pero es por diseño. Este verano, los funcionarios mexicanos han reforzado la presencia de la Guardia Nacional no solo en Cancún, sino a lo largo de la costa, incluidas las zonas de alto tráfico en Playa del Carmen y Tulum. Lejos de ser un signo de problemas, las autoridades indican que esta mejor visibilidad es una parte central de su estrategia para mantener la región segura para los millones que visitan.

Una estrategia de prevención y presencia
La razón de este despliegue es clara: una estrategia gubernamental enfocada para garantizar la seguridad turística. Estos soldados forman parte del “Batallón de Seguridad Turista”, una división específica de la Guardia Nacional creada para Quintana Roo después de varios incidentes de seguridad de alto perfil en los últimos años amenazó la reputación de la región.

La misión principal es la disuasión. Al mantener una presencia de seguridad visible de alto nivel, el objetivo es prevenir los delitos que pueden dirigirse a los turistas, desde robo hasta el comercio de drogas que ha provocado altercados violentos. Según las declaraciones del gobierno, ahora hay varios miles de miembros de la guardia estacionados en todo el estado, proporcionando una manta de seguridad sobre el corredor de turismo más vital de México.

Patrolling Paradise: la misión diaria del guardia
Los deberes de los soldados son activos y constantes. No están confinados a una sola publicación. Las unidades patrullan en grupos de cuatro o cinco, tanto a pie a lo largo de la costa como en los ATV que pueden cubrir rápidamente millas de playa entre resorts. Sus patrullas se extienden más allá de la arena a áreas cruciales como la zona hotelera de Cancún y la bulliciosa 5ta avenida de Playa del Carmen.
Su papel es observar, identificar posibles problemas y coordinarse directamente con la policía municipal y las fuerzas navales. Este enfoque integrado permite una respuesta más rápida y formidable a cualquier incidente, pero el objetivo principal es detener los problemas antes de comenzar.

De la conmoción a la seguridad: la reacción turística
Para la mayoría de los turistas, la sorpresa inicial de ver al personal militar en su playa de vacaciones evoluciona rápidamente a una sensación de tranquilidad. Esto ha llevado a una tendencia única: los visitantes frecuentemente piden tomar fotografías con los soldados.
Mientras que muchos miembros de la guardia son profesionales y podría Acepta una foto rápida, Los funcionarios recuerdan gentilmente a los visitantes que no son una atracción turística. Son personal en servicio asignado a una misión de seguridad activa. Un asentimiento respetuoso o un simple “Buenos Días” es siempre un reconocimiento bienvenido de su trabajo. El consenso entre muchos viajeros es que la seguridad visible les permite relajarse más plenamente.

En última instancia, la mayor presencia de la Guardia Nacional es un movimiento deliberado y calculado para proteger a los visitantes de la región y su reputación internacional. Para los viajeros este verano, la vista de los soldados en la patrulla está destinado a ser una de las razones clave por las que pueden disfrutar de sus vacaciones en paz.