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Descubren el truco oculto tras el éxito de los autos eléctricos más famosos

¿Por qué los autos eléctricos chinos y de Tesla parecen tan imbatibles en precio y prestaciones frente a los europeos y americanos? El secreto, hasta ahora bien guardado, acaba de quedar al descubierto tras una minuciosa investigación. Prepárate: no es magia, pero sí una buena dosis de ingeniería y estrategia made in China… y California.

Los líderes globales y una notable diferencia

Hoy en día, Tesla es el rey indiscutible en el universo de los autos eléctricos, encabezando la lista de fabricantes en ventas a nivel mundial. Muy cerca le pisa los talones BYD, el auténtico titán chino de la movilidad eléctrica. Y no es por casualidad: China cuenta con un centenar de fabricantes que lanzan al mercado vehículos eléctricos mucho más económicos y accesibles que sus competidores occidentales. ¿Cuál es el truco? ¿Cómo es posible vender mucho con precios tan bajos y (a menudo) resultados tan impresionantes?

Cirugía mayor: 90 000 piezas y mucha curiosidad japonesa

Para dar respuesta a este misterio, un grupo de profesionales japoneses del sector automovilístico ha tirado la casa por la ventana (y no, no desmontaron una lavadora, sino una docena de coches eléctricos, tranquilos). El menú incluyó desde el Tesla Model Y, el Volkswagen ID.4, el BYD Seagull y hasta el Dacia Spring. Cada coche fue literalmente desmontado pieza a pieza, y todos los componentes fueron cuidadosamente colocados sobre mesas gigantes. Resultado: ¡más de 90 000 piezas exhibidas en un gimnasio desbordado de curiosidad! Bertrand Moreau, testigo del evento, aseguró en X (antes Twitter, sí, ya nos acostumbramos), que la exposición se irá actualizando con nuevos modelos eléctricos que vayan llegando.

¿Por qué tanto interés? No se trataba solo de ver quién llevaba más tornillos o el cable más largo. El objetivo era rastrear el verdadero secreto detrás de los precios competitivos y la eficiencia asiática (y estadounidense, al menos en Tesla).

El truco oculto: integración, piezas y estandarización

Según el medio Nikkei Asia, la conclusión fue tan clara que no dejó espacio a dudas: la clave del bajo coste en los autos eléctricos chinos estriba en tres grandes puntos:

  • Integrar varios componentes en una sola pieza, ahorrando tiempo y dinero.
  • Maximizar la producción interna (nada de depender de decenas de proveedores diferentes).
  • Estandarizar piezas en diferentes modelos, facilitando la fabricación a gran escala.

Pero esto no se limita a los fabricantes chinos. Tesla aplica exactamente las mismas tácticas. Un responsable de Nissin Precision Machine, tras revisar uno por uno estos coches, confesó estar sorprendido por lo pocas piezas contenían los modelos de BYD y Tesla. Imagina una ensalada con solo cinco ingredientes… pero que sabe mejor que la de veinte. Lo mismo con el coche: menos piezas, más eficiencia (y menos dolores de cabeza en la cadena de montaje).

Así, queda más claro cómo Tesla logra vender coches eléctricos con buen rendimiento, gran autonomía y recarga rápida, y a la vez más baratos que casi cualquiera de sus rivales europeos. Lo mismo para las marcas chinas, que han conseguido eclipsar a Volkswagen en el ránking local, desplazándole a favor de BYD. ¿Por qué? La combinación letal: coches eléctricos occidentales demasiado caros y tecnologías anticuadas frente a rivales con ventaja en baterías locales (de empresas como CATL o del propio BYD), abaratando aún más los costes.

El reto europeo: pan para hoy, batalla para mañana

Para los fabricantes europeos, la cosa está lejos de ser pan comido. De hecho, tienen ante sí tres desafíos gordos:

  • Integrar la producción verticalmente al máximo (por ejemplo, fabricar sus propias baterías). Renault y Stellantis ya están en ello, aunque llevará su tiempo.
  • Reducir el número de componentes, objetivo mucho más sencillo con plataformas eléctricas puras que con las famosas “multi-energía” que les encanta preservar a algunos.
  • Estandarizar piezas entre modelos, como intenta hacer Volkswagen con su plataforma MEB. Todo para poder dar guerra y no quedarse rezagados.

El dilema está servido: Mercedes acaba de cancelar su futura plataforma 100 % eléctrica para dar paso a una “multi-energía”, un giro más que discutible. Y no es el único. La mayoría de los occidentales están rebajando sus expectativas ante el frenazo en el crecimiento del mercado eléctrico. China, en cambio, acelera: sus fabricantes mantienen el rumbo hacia el 100 % eléctrico o híbrido enchufable. BYD, por ejemplo, ya no produce ni un solo vehículo únicamente térmico desde 2022. La guerra económica, como ves, apenas ha empezado.

Conclusión: ¿quién ganará la batalla?

El éxito de Tesla y de los fabricantes chinos de autos eléctricos no es fruto del azar. Se basa en la reducción drástica de piezas, en la integración de procesos y en la estandarización. Europa tendrá que hacer sus deberes y adaptarse a esta nueva ola si no quiere quedarse en la cuneta. Así que, la próxima vez que veas un auto eléctrico chino o de Tesla pasar, recuerda: a veces, menos realmente es más (y mucho más barato).

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