Riviera Maya, QR — Funcionarios federales dicen que se ha resuelto una falla geológica en la carretera federal 307 al norte de Playa del Carmen. Las autoridades dicen que pudieron resolver el problema de los socavones que datan de hace una década mediante tecnología de inyección en el suelo.
En agosto, la Secretaría de Infraestructura, Comunicaciones y Transportes (SICT) reparó el área apoyando el suelo con una inyección estabilizadora especializada. El material inyectado ha ayudado a aumentar la resistencia y estabilidad del suelo, eliminando la necesidad de un paso elevado. Al menos por ahora.
El socavón ha estado en la lista de tareas pendientes de la SICT durante casi 10 años, donde se abrió un tramo de la carretera en las afueras de Playa Paraíso. Según el director del SICT Quintana Roo, Guido Mendiburu Solís, en agosto se gastaron 96 millones de pesos en el proyecto de inyección.
“Se utilizaron nuevas tecnologías para estabilizar el terreno. Esta mezcla protege los materiales, homogeneiza las capas del suelo y controla la permeabilidad, evitando la disolución de las rocas. Esto consolida la estructura que sostiene la carretera”, explicó.
Estudios técnicos revelaron que el subsuelo fue estabilizado mediante el innovador proceso de inyección de mineral, técnica que refuerza la estructura del suelo y previene futuros movimientos.
“No se construirán puentes. El terreno ha sido estabilizado, sin embargo, seguimos realizando controles periódicos para garantizar la seguridad de los usuarios”, añadió.
Mendiburu Solís destacó que este procedimiento es novedoso en México y responde a instrucciones federales para aplicar métodos más eficientes y económicos en proyectos de infraestructura.
Dijo que la alternativa inicial para resolver el problema era la construcción de un puente, pero estudios técnicos determinaron que la inyección de mineral ofrecía una solución más duradera, menos invasiva y amigable con el medio ambiente, al consolidar los estratos del suelo de forma natural.
Agregó que el tramo afectado se encuentra operando con normalidad y se encuentra en constante monitoreo para verificar el comportamiento del subsuelo.
