¿Haces esto cada día? 2 de cada 5 mujeres lo reconocen, aunque el mundo a veces se empeñe en mirar hacia otro lado. ¿Te has preguntado alguna vez cuánto de nuestra rutina está marcada por rituales, presiones sociales y deseos propios (o ajenos)? Hoy nos sumergimos en el día a día femenino, entre tabúes por romper, deseos individuales y pequeñas/grandes rebeliones cotidianas. Agárrate: la vida sin filtros viene cargada de preguntas… y algunas respuestas.
Rompiendo tabúes: del baño ecológico a la sangre menstrual visible
- ¿Gel de ducha revolucionario? Por supuesto. Yves Rocher lanza un gel ultraconcentrado: ¡100 ml duran como 400 ml de los clásicos! Así, la piel y el planeta ganan. Si cada día usas una “nuez” de producto, contribuyes a reducir en un 50% el plástico y las emisiones de gases del envase. ¿Quién dijo que la rutina en el baño no podía ser ecofriendly?
- Pero la higiene va más allá de la espuma. Jade Beall, fotógrafa estadounidense y activista body positive, lanza una fuerte sacudida en Instagram al compartir imágenes suyas con mancha de sangre menstrual visible en su ropa blanca. “Me dijeron que era sucia”, escribe. Miles la felicitan. Si 2 de cada 5 mujeres lo reconocen, muchas más lo han sentido: el estigma sigue, pero el movimiento para erradicarlo cobra fuerza gracias a estas iniciativas.
El valor de elegir: maternidad, presión social y caminos propios
Parece mentira, pero la decisión de no tener hijos todavía genera controversia. El fenómeno Childfree, nacido en Estados Unidos en los 70, se extiende poco a poco por Europa. El estudio Fecond (Inserm-Ined, 2010) dice que el 79% de mujeres sin hijos invocan motivos de libertad: buscan la autorrealización opuesta a los compromisos familiares. Y aunque el 60% vive en pareja, prefieren una vida a su ritmo. No, no es egoísmo (aunque a veces les cuelguen el cartel); es, como dice la coach Emilie Devienne, saber que no quieren asumir ciertas responsabilidades.
- Algunas, como Garance Doré, influencer y escritora, relatan el desgaste de la presión para ser madres. Tras intentar durante años quedarse embarazada y agotar las soluciones médicas, aprendió a dejar fluir la vida y a cuestionar la idea de que una mujer solo es plena si tiene hijos. Su testimonio ha tocado a miles.
- Otras, como Lucie (33 años), simplemente no sienten deseos de ser madres, ni miedo a admitirlo en sociedad. Si les preguntan -insistentemente- si no cambiarán de opinión, contestan con humor y convicción. ¿Estarías dispuesta a vivir con alguien que tiene hijos? “Ya lo hice, y convivir con toda la tribu… ¡no, gracias!”
Pero ojo, no todo es blanco o negro. Stefanie Iris Weiss, autora de EcoSex, decidió no traer hijos al mundo por motivos ecológicos y optar por la adopción. El movimiento de las “Ginks” (Green Inclination No Kids) defiende no tener hijos por el bien del planeta, aunque la ciencia matiza que el impacto ecológico no es tan simple como parece.
Pequeños/grandes gestos que cuentan cada día
- No solo de temas profundos vive la mujer. ¿Rutinas para mantener viva una relación? Desde ponerse la alianza cada mañana hasta organizar una cita semanal, pedir perdón por monopolizar el agua caliente o reírse juntos después de décadas. Dormir desnuda, agradecer los pequeños detalles y no revisar el móvil ajeno suman más que cualquier regalo caro.
- Alexia Cassar demuestra que los gestos cuentan: abre el primer estudio de tatuaje dedicado al pecho reconstruido tras una mastectomía en Francia. Restaurar la confianza de mujeres después del cáncer, una sesión y una emoción compartida cada vez.
¿Lo que hacemos cada día nos define?
Quizá el mayor acto de rebeldía es, simplemente, escucharse y atreverse. Solo así, como demuestran estas mujeres, los días dejan de ser una suma de rutinas para convertirse en un escenario donde cada una escribe su propio guion. ¿Quieres seguir la corriente o dar un paso al frente? La próxima vez que repitas ese gesto cotidiano, piensa: ¿es una costumbre, una convicción o una presión social? Rómpelo, transfórmalo, o saboréalo a tu manera. Solo tú decides tu estadística.
