CANCÚN — Durante meses, una sola palabra ha dominado la ansiedad de los viajeros que planean un viaje al Caribe mexicano: sargazo. La temporada de 2025 fue desafiante, con niveles récord de molestas algas impactando la costa. Pero para aquellos con viajes de otoño e invierno en el horizonte, un suspiro colectivo de alivio está invadiendo la región.

Aquí en The Cancún Sun, basándonos en nuestras observaciones sobre el terreno en las primeras semanas de octubre, podemos confirmar que la temporada de sargazo no sólo está llegando a su fin, sino que está en pleno y rápido retroceso. Los viajeros que llegan ahora son recibidos por las impresionantes aguas cristalinas de color turquesa que hicieron famoso a este destino, lo que indica un final temprano y bienvenido de la temporada de algas.
La realidad sobre el terreno: cómo lucen las playas ahora
La diferencia en las playas de la principal Zona Hotelera de Cancún respecto a hace apenas un mes es dramática. Las espesas esteras marrones de sargazo que pueden cubrir las aguas cercanas a la costa durante el pico del verano han desaparecido en gran medida. Han sido reemplazadas por esa icónica agua turquesa de múltiples tonos, y los turistas están nadando nuevamente con confianza y alegría.

Si bien es posible que todavía encuentres pequeños parches perdidos o algunas piezas flotantes, la experiencia ha cambiado fundamentalmente. Encontrar un área enorme y perfectamente despejada para un baño relajante ya no es un desafío; es la norma. Los grandes montones que pueden acumularse en las costas también han disminuido, lo que permite a los equipos de limpieza de los hoteles mantener fácilmente el prístino paisaje de arena blanca. Quizás lo más importante es que el olor desagradable asociado con el sargazo en descomposición ha desaparecido, lo que hace que un día completo de descanso junto al mar vuelva a ser una experiencia verdaderamente placentera.

Explicación de la temporada de “disminución gradual”
Este cambio bienvenido no es sólo suerte; es un patrón estacional predecible conocido como temporada de “disminución gradual”. En otoño, dos factores ambientales clave cambian a favor de Cancún. Primero, las corrientes oceánicas que transportan el sargazo desde las profundidades del Atlántico comienzan a cambiar de rumbo, empujando las enormes floraciones lejos de la costa. En segundo lugar, la temperatura del agua se enfría ligeramente, lo que frena drásticamente el crecimiento explosivo de las algas.
Este año, el cambio ha sido particularmente rápido y decisivo. Los vientos del sureste que empujan el sargazo a la costa han disminuido significativamente con la llegada del otoño, lo que ayuda a mantener los parches restantes en el mar.
Qué esperar para el resto de 2025
Para los viajeros con próximos viajes, la previsión es abrumadoramente positiva.
- Resto de octubre: La tendencia a la baja del sargazo continuará y se acelerará. Los días buenos y despejados en la playa superarán con creces a algún que otro mal día. A finales de mes, se espera que la temporada haya terminado funcionalmente.

- Noviembre en adelante: esto marca el comienzo de la “ventana dorada”. Si bien el final “oficial” de la temporada se declaró a mediados de noviembre del año pasado, todos los indicios apuntan a una conclusión más temprana este año. Los viajeros que visiten desde noviembre hasta la primavera pueden esperar las playas clásicas, prístinas y casi completamente libres de sargazo que son el sello distintivo de la temporada alta de Cancún.

Si bien un fenómeno meteorológico anormal siempre puede provocar una afluencia temporal y localizada, la tendencia regional es innegable. Lo peor ha quedado definitivamente atrás. Para aquellos que han estado observando ansiosamente los informes sobre el sargazo, el mensaje es claro: la costa se está aclarando, el agua turquesa ha regresado y pueden reservar sus vacaciones de otoño e invierno con confianza.
