¿Quién no ha soñado alguna vez con un horario mágico para deshacerse de esos kilitos de más sin hacer el pino ni recurrir a dietas imposibles? Resulta que la ciencia nos da un guiño y nos dice que sí, hay momentos del día más favorables que otros para quemar grasa… ¡y probablemente no es cuando te lo imaginabas!
La importancia del momento: el cuerpo tiene sus relojes (y sus preferencias)
El Dr. Michel Gaillaud, médico del deporte, fue claro durante una entrevista con L’Express Dix: existen franjas horarias más adaptadas para cada tipo de actividad física. En otras palabras, no es lo mismo darlo todo en el gimnasio por la mañana que por la tarde. Nuestro organismo, tan suyo como siempre, responde de distintas formas según la hora y aprovecha su potencial de manera variable.
Según Gaillaud, hay momentos concretos del día en los que el cuerpo es capaz de desplegar todo su arsenal de energía. Así, se puede alcanzar más resistencia y fuerza física, y eso se traduce en una mayor capacidad de ir en busca de esas reservas de grasa con las que tanto luchamos. ¿La recompensa por hacer ejercicio cuando toca? Más posibilidades de adelgazar.
De 100% a 50%: la intensidad sí cuenta, pero la hora también
La lógica es bastante simple. Si entregas el 100% de tu esfuerzo durante una sesión de ejercicio, tendrás muchas más posibilidades de perder peso que si solo das la mitad. Justamente por esta razón, el HIIT (Entrenamiento Interválico de Alta Intensidad) tiene tanto éxito: quienes lo practican lo hacen a máxima potencia.
Pero… No todo vale en cualquier horario del día.
Primera hora del día: ¿buena idea o misión imposible?
Nada más despertar, nuestro organismo aún no está listo para meterse en líos deportivos. Apenas acaba de salir del letargo y debe volver a poner en marcha todas esas funciones vitales que ha dejado en pausa durante el descanso. “Es mejor evitar deportes demasiado intensos, como el running”, señala el Dr. Gaillaud, que sabe bien lo que dice. Así que antes de lanzarte al parque a correr al alba, piénsalo dos veces: tu corazón preferirá el cafecito primero.
¿Cuándo sí? El mejor momento para quemar grasa: entre la merienda y la cena
Ahora sí, aquí viene la joya de la corona. Según el Dr. Gaillaud, hay una franja horaria especialmente propicia para perder peso: el momento posterior a la merienda y antes de la cena. ¿Por qué? Sencillo:
- La comida ya se ha digerido, así que la digestión no acapara tus recursos.
- El cuerpo puede concentrarse al 100% en la actividad física.
- Los niveles de glucemia e insulina están bajos, lo que favorece aún más la eliminación de las reservas grasas.
- En ese intervalo, la fuerza muscular y la capacidad cardíaca están en su apogeo.
Durante este periodo (aproximadamente de 17h a 19h), el cuerpo está más apto para practicar deporte de intensidad alta durante aproximadamente una hora, accediendo así a las reservas más profundas y eliminando mayor cantidad de grasa acumulada.
El propio doctor es tajante: “El momento post-merienda/pre-cena es el mejor de la jornada para el ejercicio de alta intensidad porque la comida está digerida y la fuerza muscular y las capacidades cardíacas están al máximo”. Así, no se trata solo de moverse, sino de moverse en el momento oportuno.
¿A qué hora mejor no? Bloques prohibidos para mover el esqueleto
- Entre las 13h y las 15h: Está totalmente desaconsejado realizar deporte. Nuestro cuerpo está más ocupado digiriendo que pensando en maratones.
- Después de las 20h: ¡Ojo! A partir de esa hora empiezan a activarse los mecanismos que facilitan el sueño. Ejercitarte pasadas las ocho de la tarde puede desajustar tu reloj interno y complicar el descanso nocturno.
Así lo resume el Dr. Gaillaud: según los distintos momentos del día, el cuerpo es más o menos eficiente para la actividad física, pudiendo aprovechar más (o menos) sus reservas y consiguiendo una mejor capacidad para adelgazar.
En definitiva, no se trata solo de sudar la gota gorda: hay que elegir bien el cuándo. Ese esfuerzo extra, en el momento propicio, puede ser el aliado silencioso de tu objetivo de pérdida de peso.
Consejo práctico: si tu idea es quemar más grasa y sentirte invencible en tus entrenamientos, apunta a moverte tras la merienda y antes de la cena. Porque, a veces, el reloj puede ser tu mejor entrenador personal. ¡Dale una oportunidad y no olvides sonreírle al espejo después!
